ESPECTACULARES


Palawan (Filipinas) y las islas Bacuit


OCTAVO LUGAR


Nuevas mecas del buceo

Cada vez hay que ir más lejos para encontrar paraísos de los de postal. Afortunadamente, siempre nos quedarán las Filipinas: más de 7.000 islas para escoger y rincones casi inéditos, como Palawan, una isla hacia el suroeste, hacia Borneo, con impresionantes paisajes y fondos submarinos comparables a los mejores del sureste asiático, pero mucho menos concurridos. En el norte de la isla la costa serpentea entre calas y playas aisladas. Aquí encontraremos los sitios más conocidos (algunos de ellos ya suenan en las conversaciones entre los aventureros submarinos y amantes de la playa), como El Nido, la puerta de entrada al fabuloso archipiélago de Bacuit.

A las aguas de la bahía de Bacuit muchos las comparan con las del sur de Tailandia o con la bahía de Halong en Vietnam. Todo aquí es un descubrimiento: la isla de Cadlao es una especie de Tahití transportado a Filipinas con una atractiva laguna en la que se puede bucear con tubo entre jardines de coral a poca profundidad. O Tapiutan, que ofrece las mejores paredes para el buceo además de buenas playas. A las Bacuit se viene sobre todo a bucear con tubo: hay más de 20 puntos de inmersión.



Serbia
NOVENO LUGAR

Poner los Balcanes de nuevo en el mapa
Puestos a descubrir nuevos lugares sobre el mapa ¿por qué no animarnos a conocer Serbia? Arrastra una historia muy dura pero ya hay muchos descubriendo que quedan pocas huellas de la guerra. Hoy es un país cordial y acogedor y está retomando el papel que siempre tuvo en los Balcanes. Belgrado se ha convertido en uno de los destinos más animados del mundo, una ciudad abierta y audaz. Quizás no sea bonita en el sentido más convencional, pero caminando se encuentran obras maestras de art nouveau y los restos del legado de los Habsburgo entre vestigios otomanos.



Y desde la capital se puede organizar un viaje por el país: para los que buscan ciudades llenas de referencias culturales es imprescindible pasarse por Novi Pazar, con una numerosa población musulmana, y en la que no faltan el café, las costumbres y la cocina turca, aunque también veremos muchos monumentos ortodoxos. Hay montones de cafés y restaurantes. Y para descubrir la naturaleza, nos acercaremos a los pueblos de Zlatibor, una romántica región de montañas. Aquí están las principales estaciones de esquí, en el Tornik, el pico más alto de la zona, con 1.496 metros, y el Obodica. Un destino original y diferente para los que siempre están a la búsqueda de nuevos horizontes.



Santa Teresa (Costa Rica)

LUGAR DIEZ

El último paraíso surfero. Ya ha corrido la voz sobre los sofisticados rincones hippies de Montezuma y Santa Teresa. En la temporada seca, la zona se llena de surfistas de todo el mundo y de nómadas hambrientos de belleza natural y emociones en las aguas a ambos lados de la península de Nicoya. En medio, y en la punta más mericional de Nicoya, está la primera reserva natural del país. Hoy esta zona es más accesible que hace unos años, con mejores carreteras y barcos más regulares.



En esta esquina suroccidental de la península de Nicoya hay un buen oleaje, buen ambiente y una imaginativa cocina local. En las colinas se esconden elegantes alojamientos boutique y restaurantes. Y también hay cada vez más residentes extranjeros que lo eligen como ese rincón del mundo en el que uno decide retirarse del mundanal ruido.








La playa de Santa Teresa es alargada, espectacular y famosa por su rompiente veloz y potente y ofrece buen surf casi a todas horas. En el extremo norte de la playa, Roca Mar, es un imporesionante rompiente de rocas, el favorito de los locales. La playa termina al norte del pueblo y da paso a Hermosa, un precioso arenal que hace honor a su nombre. No faltan los hotelitos, las pensiones más o menos sencillas, cafés y tiendas de surf.







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